El nuevo marco legal crea el Servicio Nacional de Migraciones, el cual permitirá homologar los trámites y tiempos de tramitación en todo el país.
Después de casi 8 años de tramitación en el Congreso, ayer el Presidente de la República promulgó la nueva Ley de Migraciones que reemplaza la ley que data de 1975, estableciendo claramente los deberes y obligaciones de los migrantes que arriben a Chile. Esto, además, forma parte del compromiso que asumió el gobierno para una migración segura, regular y responsable.
¿Cuáles son los principales cambios de la Ley de Migraciones?
- Se pasa de una Ley de Extranjería a una Ley de Migraciones, donde el Estado promoverá los derechos de los extranjeros, así como también sus deberes y obligaciones. En sencillo, es que todos los migrantes, al igual que los chilenos, deben asumir los deberes que le corresponden por haber escogido nuestro país para vivir.
- Permite sincerar las razones por la cual los extranjeros se vienen al país, de manera que quienes vengan con intenciones de vivir en Chile, pidan visa en los consulados y tengan cédula de identidad desde el primer día. A su vez, existe un catálogo flexible de visas, que permite un adecuado control y regularidad de la migración, y planificar con los gobiernos locales y regionales su integración y desarrollo laboral.
- Se crea una nueva institucionalidad: el Servicio Nacional de Migraciones y sus Direcciones Regionales, abarcando de mejor manera el territorio. Este nuevo Servicio permitirá homologar los trámites y tiempos de tramitación en todo el país, al centralizar el análisis, pero descentralizando la atención, orientación, inclusión y entrega de beneficios, además de fomentar la coordinación y comunicación con la sociedad civil, municipalidades y gobiernos regionales.
- Se facilitan las expulsiones administrativas, al no ser necesario realizar denuncias penales por el ingreso, de manera que se desincentiva el uso de pasos no habilitados.